I. La tradición y las prácticas
Las
relaciones sexuales entre los adolescentes varones y adultos en el Medio Oriente
han sido documentadas durante siglos, como podemos ver en este cuento de un
libro del siglo XIII, The Delight of Hearts (La Alegría de los
corazones): Un
día [el famoso poeta Abū-Nuwās] relató el siguiente
acontecimiento... Así
es como llegué a escribir mi primer poema. Era todavía un adolescente. Había
seguido mi entera educación literaria aprendida en el Mirbad de Basra [un lugar
conocido en el que se reunía la gente de letras]... Un día allí
conocí a un beduino, que apenas hubo vendido algunos camellos... Le oí
hablar, y la pureza y precisión de sus palabras me encantaron. Me senté cerca,
y él me miró. "¿Por
qué me mira?" "Te
estoy mirando, ¡y hay muchas cosas más que me gustaría hacer contigo!" "¡Recíteme
algo de su poesía!" Recitó
una qassida [una oda compleja considerada como una de las formas más
altas de poesía; es un fuerte de los beduinos]... "¡Puedo
hacerlo mejor!" exclamé. "¡A
ver, entonces!" Me
concentré un rato, formando mi poema en la mente hasta que al fin logré hacer
estos versos: ..... una
gacela joven, cuyas pupilas líquidas han
desprestigiado a todos sus compañeros dormida
con ternura como
si estuviera aturdida por su propia belleza. . . Sol
de resplandor en
una duna de arena esculpida, libre
de imperfecciones, cuando él se inclina sobre
una rama verde, ¡es igual al sol! "Estos
versos no sólo te describen a ti," comentó el beduino, "también
describen tu estilo de composición. Por mi madre y mi padre, ¡no podría creer
que tú fueras capaz de escribir tanto y
tan hermosamente!" Hurgó
en el montón de monedas que le habían dado, sacó un puñado lleno y me las
dio. Las acepté, y desde aquel momento en adelante decidí dedicarme a la poesía. —al-Tīfāchī,
Ahmad, The Delight of Hearts Abū-Nuwās
(c. 756-810 DC) superó sus orígenes humildes para hacerse un poeta famoso.
Estaba abierto sobre su atracción hacia los adolescentes varones. Ahmad al-Tīfāchī,
que escribió sobre él cuatro siglos después en The Delight of Hearts,
fue un sabio y un autor prolífico. La Biblioteca Nacional de Medicina en los
EE.UU. clasifica The Delight of Hearts como un tipo de manual de higiene
sexual. Advierte que trata, en su mayor parte, de las "prácticas insólitas
e ilegítimas", y por eso quizás es mejor ponerlo bajo la categoría de
"literatura adab, o sea un tipo de belles lettres
moralistas". Lejos
de ser moralista, The Delight of Hearts es una descripción franca y
muchas veces colorada de las prácticas sexuales, escrita en un estilo gracioso
y humano, parecida al que el escritor Geoffrey Chaucer adoptaría un siglo después
en su obra clásica inglesa The Canterbury Tales. Y a pesar de la
calificación "insólita e ilegítima", al-Tīfāchī
clarifica que Abū-Nuwās no fue el único en tener esta orientación
sexual. Casi toda la obra The Delight of Hearts trata del sexo. La mayor
parte de éste es sexo entre hombres y adolescentes varones, y al-Tīfāchī
lo celebra. En
su estudio exhaustivo sobre
el amor de los adultos por adolescentes varones,
el
jurista
destacado
holandés
Edward Brongersma cita varias fuentes históricas acerca de su observación que
tales relaciones[1]
estaban aceptada en la cultura árabe y en la región del Medio Oriente hace
siglos, y persiste hoy en día, a pesar de la censura del Corán. Dice que en la
cultura árabe, a los hombres que aman a adolescentes, "se les desaprueba
oficialmente, pero la mayoría considera esa conducta una falta leve".
Afirma que el amor y el sexo son fuerzas "primordiales"
y por eso es mejor que los abracemos en vez de rechazarlos. Edward
A. Lacey, el traductor de The Delight of Hearts del francés al inglés,
dice que "no se puede enfatizar demasiado" la importancia de las
civilizaciones clásica y bizantina para el mundo árabe medieval: El
tesoro de la literatura clásica griega (y por lo tanto también la latina), la
filosofía y la ciencia se traducían inmediatamente y con entusiasmo al árabe
y se asimilaban con la cultura árabe... Se ve claramente la influencia del
pensamiento griego en todas las páginas de esta obra, sobre todo en cuanto a
las actitudes griegas clásicas hacia los chicos, al amor de los chicos y al
papel de las mujeres, también como en los conceptos de Plato y Aristóteles que
surgen cada vez que el autor y las autoridades que él cita intentan incorporar
el rigor lógico o científico. El
Islam, dice Lacey, toleraba los contactos sexuales entre adolescentes y adultos
varones: Es
notable que, bajo los Omayyads permisivos y los aún más permisivos Abbassids
[dinastías que reinaron después de la muerte de Mahoma hasta alrededor de
1258], no tenemos ningunos datos de castigos de poetas por sus opiniones y
declaraciones publicadas, o siquiera por
sus actividades sexuales... De todos modos, la homosexualidad parece practicarse
tan comúnmente bajo los Omayyads y Abbassids (y también en el tiempo de al-Tīfashi)
como se practica hoy en día en la mayoría de los países musulmanes... Parece
que la edad del efebo amado no preocupaba a los ciudadanos de esa época (aunque
seguramente tenían sus propios hijos) más de lo que preocupaba a los griegos
antiguos... En
su libro Islamic Homosexualities (Las homosexualidades islámicas)
Stephen O. Murray y Will Roscoe dan pruebas amplias de la centralidad del
erotismo masculino adolescente-adulto en los países islámicos. Aunque las
relaciones estratificadas por la edad fueron –y son– la norma para la
expresión homosexual, la homosexualidad islámica ha sido más diversa que la
de la cristiandad: No
sería una exageración decir que, antes del siglo XX, la región del mundo con
las homosexualidades más visibles y diversas no era la Europa del noroeste,
sino el África del norte y el Asia del suroeste. Efectivamente, el contraste
entre las homosexualidades "occidentales" e "islámicas" no
es tanto uno de visibilidad e invisibilidad, o uno de libertad moderna contra la
represión tradicional, sino uno de delimitación contra la elaboración, de una
sola pauta de homosexualidad, definida y delimitada por las instituciones y
discursos vinculados fuertemente al estado-nación moderno, contra la variedad,
distribución y longevidad de las pautas de sexo entre varones en las sociedades
islámicas... Citando
varios estudios de los países islámicos, así como de América Latina y Asia,
Murray y Roscoe destacan el papel clave del estado-nación occidental en el
control de la sexualidad. Concluyen: Si
Europa no ha sido convertida a un monoteísmo centralizado con alguna capacidad
de regular el compartimiento social a través de agentes locales (una capacidad
aumentada mucho con la aparición del estado-nación), las pautas [de
homosexualidad] de estatus desemejante y de género han podido florecer en la época
premoderna con la misma diversidad y visibilidad que tenían en las sociedades
islámicas... Los datos... hacen pensar que no hay razón para que las pautas
[de homosexualidad] de estatus y de género encontradas en las sociedades islámicas
no puedan llegar a ser homosexualidades "modernas". En muchas ciudades
no occidentales, vemos precisamente esto [hoy en día]: los hombres adoptan la
terminología nueva y las concepciones de sí mismos de una identidad gay bajo
la influencia de ejemplos occidentales y siguen, mientras tanto, observando las
distinciones tradicionales en sus relaciones personales de mayor / joven, activo
/ pasivo e inclusivo masculino / no masculino.
[Hace
cinco o seis años que el derviche Ismael]
observó, dentro de la multitud, a un chico turco, joven y muy bello.
Echaron ojos, como si fuera por el destino, y quedaron así, contemplándose
durante un rato. El chico, después de "ruborizarse como el color de un
amanecer veraniego", se fue, volviéndose frecuentemente para mirar a la
persona que lo había mirado con tanta emoción. El derviche sintió que el
corazón "daba vueltas"... Pronto
regresó el chico, y después de caminar de un lado para otro, se le acercó,
como si estuviera apoderado, se plantó delante de su observador, y le preguntó,
"¿Bueno, es verdad entonces que me amas?" "Esto", dijo
Ismael, "fue un puñal en mi corazón; no pude contestar". Sus
amigos... que estaban cerca... le preguntaron si se conocían. Les aseguró que
nunca antes se habían visto. "Entonces", le contestaron, "un
suceso como éste debe ser divino". —Buckingham,
J.S., Travels in Assyria, Media and Persia, Henry
Colburn y
Richard Bentley,
Londres, 1830, citado por Carpenter, Pág. 108 a 109 Cita
Murray más de este cuento, incluso la conclusión de Buckingham: Con
todo esto [incluyendo una "Oda al Amor" en pasto], con muchos otros
ejemplos similares y cuentos de personas actuales que vi en Arabia y Persia, no
podría dudar más de la existencia en el Oriente y Persia de una afección para
los adolescentes varones, con la misma pureza y honor de sentimientos que
tenemos en Europa por las personas del otro sexo. El ensayo de Richard Francis BurtonIsmael
y el joven estuvieron juntos varios años hasta que el
joven
murió.
Esta historia ocurrió no mucho antes de que el célebre
explorador y escritor inglés
Richard Francis Burton pasara por las grandes ciudades de Arabia. Cuando
tenía veintiún años, ingresó en el ejército británico. Un oficial mandó
que investigara Karachi, en aquel entonces un pueblo de dos mil personas, que
tenía tres burdeles en los que trabajaban exclusivamente jóvenes varones.
Burton relató que muchos clientes de esas casas de citas eran oficiales del ejército
del imperio inglés. Su informe fue eliminado. Burton
hablaba las lenguas árabes con tanta fluidez que muchos de ellos pensaban que
era árabe. Vivía también en América del Sur y África. Fue autor prolífico,
que escribió docenas de libros, entre ellos una traducción reconocida de Las
mil y una noches.
Burton
no tenía
mas que elogios para las culturas que, "estudian –y estudian con
inteligencia– el arte y misterio de satisfacer físicamente a la mujer... La
falsa virtud, la modestia más inmodesta de la Inglaterra y los Estados Unidos
del siglo XIX, pronuncia el tema asqueroso y empalagoso".
Este
punto de vista fue expresado en su traducción del The Perfumed Garden
(El jardín perfumado): "El Islam, por lo general, considera la castidad no
como un ideal sino un accidente desgraciado". Publicó
una edición privada de Las mil y una noches. Incluyó al final de la
misma un ensayo verdaderamente
enciclopédico
sobre las relaciones sexuales entre adultos y adolescentes varones
en
la historia y en su época. Décadas antes de los activistas homosexuales como
Carpenter y más de cien años antes de los antropólogos e historiadores de
hoy, Burton ya había hecho un esfuerzo para describir las prácticas sexuales
entre hombres. La mayor parte, narró Burton, era entre hombres y adolescentes.
Fue
tan común la incidencia de ella que se le denominó una "Zona
Sotádica", una franja ancha del mundo en el que se practica. He
aquí unos ejemplos de los países árabes y del Medio Oriente en el siglo XIX:
Florencia en el RenacimientoUna
de las obras más detalladas sobre las prácticas sexuales antes del siglo XX es
el estudio de Michael Rocke en la Florencia
del Renacimiento. Apoya la opinión de Murray de que la conducta homoerótica de
edades discrepantes fue común. Rocke hizo un análisis estadístico exhaustivo
de la conducta sexual entre varones en Florencia. Sus
datos provienen del archivo municipal; son de los hombres que fueron acusados de
practicar sexo con adolescentes varones. Los
estadísticos indican que probablemente la mayoría de los hombres de Florencia
tenía relaciones sexuales con jóvenes de su sexo. La situación no era nada
mala. No hubo procesos jurídicos contra la gran mayoría de los acusados. Los
castigos no eran severos, excepto en los casos extremos—por ejemplo, en caso
de violación, abuso, o sexo con niños impúberes. El
erotismo entre hombres en esa ciudad italiana tenía la forma casi exclusiva de
amistades entre hombres y adolescentes. No era una subcultura. Fue parte
integral de la cultura hasta que gente reconocida como Niccolò Machiavelli ayudó
a un vecino cuando la policía detuvo a su hijo por sodomía. Cita
Rocke una agudeza relatada por Machiavelli sobre la transición de la juventud a
la madurez de un hombre que "era una afrenta demasiado grande, porque
cuando era joven apartaba a los esposos de sus esposas, y ahora aparta a las
esposas de sus esposos". También, menciona una carta a Machiavelli de
parte de Francesco Vettori, embajador en Roma, aconsejando a su amigo, que
estaba preocupado porque su hijo Lodovico mantenía relaciones íntimas con un
chaval. Dice Rocke que Vettori "aconsejó indulgencia y recordó sus
experiencias como jóvenes". Escribió Vettori: Al
envejecer, nos hacemos severos y escrupulosos, y no recordamos lo que hicimos
como adolescentes. Bueno, Lodovico tiene un chico acompañándolo, con quien se
divierte, hace bromas, camina, refunfuña en la oreja, va a la cama. ¿Y qué?
Incluso en estas cosas a lo mejor no hay nada malo. Hay
muchas otras cartas y anécdotas así que dan vida a los estadísticos de los
procesos jurídicos hasta que tenemos una imagen bien clara de las prácticas
sexuales en esta ciudad. Rocke sostiene que la opinión predominante entre los
historiadores contemporáneos –de la que él está de acuerdo– es que la
evidencia que existe sobre las prácticas sexuales entre hombres en Europa
demuestra que la gran parte tenía lugar entre adolescentes y hombres. Siguió
así hasta por lo menos el siglo XVIII. Quant'è
bella giovinezza, che
si fugge tuttavia! Chi
vuol esser lieto, sia: di
doman non c'è certezza. —Lorenzo
de' Medici, Canzona
di Bacco Grecia, España y otras regionesHay
muchos artículos y libros de revisión de estudios transculturales que apoyan
la aseveración de Rocke. Bernard Sergent demuestra que el concepto de las
relaciones sexuales entre adolescentes y adultos varones como institución
sumamente estimada por la sociedad no empezó con los griegos. Esta idea tiene
sus raíces en la tradición prehistórica indoeuropea. Félix Buffière en su
estudio sobre tales relaciones en
la Grecia
antigua
da ejemplos de otras sociedades también. Wainwright
Churchill dice que las evidencias antropológicas en todas las sociedades desde
que tenemos conocimiento indica que "los contactos homosexuales ocurren con
mayor frecuencia y característica entre un varón menor y otro mayor, antes que
entre varones maduros de la misma edad". Los
ejemplos de dicha conducta citados por Vern Bullough y A.L. Rowse son por su
gran mayoría entre hombres de edades discrepantes. En
sus ensayos informativos sobre las culturas musulmán, sefardí y cristiana de
España, Daniel Eisenberg dice que la homosexualidad tenía la forma de
relaciones entre adultos y jóvenes. Sus escrituras tratan de la época del
emperador Adrián, que provenía de España, siguen hasta hoy e incluyen la época
de los fenicios,
el al-Andaluz, y los tiempos medievales. Dice que en España, La
homosexualidad varón... adquirió una mística, una fascinación, una forma
atrayente que no ha tenido en ningún otro país occidental... Los orígenes de
la España moderna están inseparablemente vinculados con el tema de la
homosexualidad... [y] dicha homosexualidad fue por la mayor parte entre hombres
adultos y jóvenes. Tratemos
de unas culturas específicas: David Thorstad ha escrito sobre las prácticas
sexuales entre hombres y adolescentes en Siwa, África, y en la ciudad de Juchitán
en el istmo del estado de Oaxaca, México. Beverly Chiñas también documentó
las relaciones entre hombres y chicos adolescentes muxe en los pueblos
zapotecos del istmo oaxaqueño. Tom
Reeves ha descrito las relaciones entre hombres y jóvenes en ciudades norteamericanas
como Baltimore en el estado de Maryland.
Dice que había "cientos" de lugares de encuentros de hombres y
adolescentes, y que la práctica todavía sigue, aunque escondida. Steve
Maynard documenta estos tipos de relaciones en Canadá a principios del siglo XX
y George Chauncey hizo lo mismo para la ciudad de Nueva York. Mark
McLelland resume los resultados de los investigadores de la conducta homoerótica
en el Japón en las épocas Tokugawa y Meiji (1600 a 1911) y dice que la forma
predominante era las relaciones entre adolescentes y adultos. La revista International
Journal of Greek Love documentó tales relaciones en la Albania
en el siglo XIX, en
el Egipto antiguo
y en la Turquía del siglo XIV hasta hoy, y la revista Paidika
hizo lo mismo para otras culturas. El padre francés
Joseph Doucé
describió las prácticas sexuales entre adolescentes y hombres en la
Francia moderna. Pero,
en cambio, no sabemos casi nada de las prácticas sexuales de la mayor parte del
mundo, sobre todo de las culturas prehistóricas y las culturas arrasadas por
los colonizadores y otros invasores. Roscoe no encuentra muestras de pautas de
homosexualidad discrepante de edad en el Egipto y suroeste de Asia o en la
Mesopotámica arcaica. Además, dice: Las
relaciones homosexuales discrepantes de edad institucionalizadas se han dado
entre varios grupos islámicos en áreas que una vez fueron parte del impero
romano—por ejemplo, los Balcanes, el Medio Oriente, y África del norte. La
cuestión para los investigadores que van a estudiar estas culturas es si estas
tradiciones tuvieron una historia continua hasta los tiempos antiguos y preislámicos
o si se desarrollaron luego, como imitación de los musulmanes, que en la época
en la que llegaron a esas áreas, ya habían adoptado las pautas [de
homosexualidad] de estatus desemejante.
Además,
las relaciones sexuales entre adolescentes y adultos varones no se ven en la
superficie de las sociedades modernas. Muchas veces no hay datos precisos sobre
las edades de los participantes. No podemos negarla, pero tampoco podemos
afirmar cosas sobre lo que desconocemos. Sin
embargo, entre las culturas de las que
tenemos datos sobre el comportamiento sexual, queda clara que relaciones
sexuales entre adultos y adolescentes han sido y todavía es una forma principal
de erotismo homosexual.
[1]
En este ensayo, no uso las palabras "pederastia" y
"pedofilia" para describir los pastunes y sus prácticas sexuales,
tanto como la palabra política "gay" y el término psiquiátrico
"homosexual" (y el precursor del siglo XIX, la "perversión".)
Son palabras inadecuadas. Además, los artículos de los medios son tan polémicas
que es imposible decir con certeza que sea la realidad en Afganistán.
|